El futuro de las finanzas se tiñe de verde. Afrontar el cambio climático y avanzar hacia una economía neutra en carbono requiere la movilización de una cantidad ingente de recursos. Se trata de abandonar el capitalismo basado en los combustibles fósiles y abrazar un nuevo modelo, cimentado en las energías renovables. El viraje no es sencillo. Ni tampoco barato. Pero hoy, los beneficios empresariales podrían salvar al mundo. Porque al borde del abismo medioambiental y social, los inversores, y también los gobiernos, han caído en la cuenta de que es posible ganar dinero sin tener que dañar el planeta.
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