Carlos Matilla y Carlos Castellano, los fundadores de Fuvex, están orgullosos de haber dado en la diana con un negocio que solo tiene el cielo como techo. Después de más de 10 años de estudio y pruebas y tras algún que otro proyecto frustrado, como desarrollar un coche volador o un sistema de drones para el reparto de paquetes, han creado un modelo de dron de largo alcance y sin emisiones, protegido por siete patentes entre Europa y Estados Unidos, que pretende sustituir en acciones de inspección y vigilancia a los helicópteros tripulados, más contaminantes y con un alto coste económico y, en ocasiones, de vidas humanas. “Lo nuestro es cambiar el mundo de la aviación. Hemos inventado un sector nuevo, el de la no tripulada”, afirma Matilla.
Seguir leyendo