Venezuela ha intervenido este miércoles en el debate general del 79º periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU, la semana grande de la diplomacia mundial. Y lo ha hecho con escaso éxito de público, como un paria de la comunidad internacional: la sala donde se reúnen los representantes de los 193 países miembros de la organización quedó prácticamente vacía al subir al estrado Yvan Gil, ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores de Venezuela. Menos de un tercio de las delegaciones siguieron hasta el final el discurso de Gil, plagado de desinformación y hechos alternativos, como la celebración “transparente y con plenas garantías” de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
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