La Unión Europea (UE) se encamina hacia una menor cosecha de maíz este año debido a las severas condiciones de sequía y las olas de calor que han asolado este verano los cultivos en la Europa del Este, particularmente en Rumania, uno de los principales productores del bloque comunitario. Las previsiones se han reducido drásticamente con estimaciones que oscilan entre 60 y 61 millones de toneladas, un nivel de producción inferior al que se registró el año anterior, cuando se recolectaron 63 millones de toneladas, una cifra aún por encima de los 53 millones de toneladas de 2022, cuando la sequía hizo estragos por toda Europa.
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