Durante la semana pasada, la rentabilidad de la deuda francesa al plazo de 10 años ha superado a la de la deuda española al mismo plazo. Aunque sea por un margen muy limitado, apenas un punto básico, y aunque se haya producido antes en otros plazos —los bonos franceses a tres y cinco años ya cotizaban por encima de sus comparables españoles desde hace días—, el evento tiene una gran relevancia por (al menos) los motivos que señalamos a continuación.
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