El porcentaje del déficit fiscal, o diferencial entre gastos e ingresos del Estado, tiene en vilo a los analistas en Colombia. Algo en la ingeniería contable del Gobierno no está marchando. Y todo parece proclive a oscurecerse tras el naufragio del proyecto de presupuesto para 2025, hundido por falta de quórum en la tarde del martes en el Congreso. Así se recoge de los resultados arrojados por una reciente investigación del Banco de Bogotá, que calcula que el faltante en el balance fiscal llegó a -3,3% del PIB durante el primer semestre del año. Para formarse una idea del cuadro, bastaría recordar que desde 2004 no se configura un desbarajuste tan amplio en la primera mitad de un año, mayor que el de los años de la pandemia. La publicación ha dado paso a los ataques, en ocasiones feroces, de ministros anteriores y economistas, así como a las posteriores explicaciones del presidente Petro en su cuenta de X.
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