El 16 de noviembre del año pasado, Alvise Pérez publicó en su canal de Telegram, que tenía entonces más de 320.000 seguidores, una fotografía de una hija de Pedro Sánchez, A.S, a las 16.41. Junto a la foto, tomada sin permiso de la cuenta privada de Instagram, puso el siguiente texto:”[A.S.G.], hija de Pedro Sánchez, estudia en un centro privado en Inglaterra, y la traen un par de veces al mes en un vuelo privado. Socialistas pero van a centros extranjeros de 40.000 euros al año, viajes de avión incluidos mientras a nosotros nos los quieren prohibir. La hija no tiene la culpa de la hipocresía de su padre el tirano, pero es prueba de ello, y España debe saberlo”. A los tres minutos, cambió la foto por otra con su cara tapada por un emoticono. Pero la imagen de la hija del presidente ya había empezado a circular y a suscitar comentarios contra la afectada. Ahora la Audiencia Provincial de Sevilla, en un auto de 9 de septiembre, ordena al juzgado de instrucción 1 de Sevilla, que inicialmente había archivado el caso tras una denuncia de la Fiscalía, que abra una investigación para comprobar si hubo un posible delito de revelación de secretos en la actuación del líder del partido Se Acabó la Fiesta.
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