Las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos son, sin duda, uno de los hitos políticos y económicos más importantes de los últimos tiempos. Uno puede sospechar que políticos, periodistas y analistas de medio mundo consultan estas semanas los agregadores de encuestas o las predicciones de resultados en Pensilvania con la misma frecuencia que un adolescente su cuenta de TikTok. Existe mucha incertidumbre sobre los resultados y acerca de las políticas económicas del eventual ganador. Pero, gane quien gane, es probable que las medidas migratorias, comerciales y fiscales sigan teniendo protagonismo, tanto o más que durante los gobiernos anteriores. De este modo, las presiones sobre la inflación presumiblemente continuarán siendo fuertes, lo que empujará a la Reserva Federal a mantener los tipos de interés en niveles relativamente elevados.
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