La actividad sanitaria vive su segunda jornada de restricciones en Portugal debido a la huelga que, por separado, han convocado médicos y enfermeras para protestar por sus condiciones de trabajo y el deterioro de la calidad asistencial. Un buen indicador de las graves carencias por las que atraviesa la sanidad lusa es el aumento de la cifra de partos registrados en las ambulancias, directamente relacionado con el cierre de unidades de Obstetricia y Ginecología y que obliga a las embarazadas a dar a luz en centros que están a veces a más de cien kilómetros de su domicilio.
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