En 2018 Guillermo Martínez y Vicente Silvestre decidieron apalancar sus dos ordenadores y, sin capital, poner en marcha una productora audiovisual para proveer de contenidos a los departamentos de marketing de las empresas y a las agencias de publicidad. La llamaron Royal. Buscaban crear industria artística poniendo en contacto a creadores poco conocidos y marcas. La compañía captó a Loewe como cliente y esto le sirvió de efecto llamada para atraer a Meliá, L’Oréal, Estée Lauder… y especializarse en el sector del lujo. En esa primera fase, cuenta Silvestre, director de Servicio al Cliente, les costaba que las agencias de publicidad encargasen trabajos a una productora pequeña que se había especializado en “rodar bonito”. Aunque se percataron de la importancia que se otorgaba a su estética.
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