Ariadna siempre se sintió diferente. Le gustaba la música, el teatro, la danza… y también tenía sobrepeso. La joven, que ahora tiene 17 años, explica que sufre trastorno de la conducta alimentaria, lo que le ha generado episodios de ansiedad y depresión e incluso varios ingresos. Ariadna asegura que es víctima de acoso escolar, pero de un tipo más silencioso. “Yo no he sufrido acoso físico o verbal, yo le llamo bullying invisible”, relata recordando los largos ratos que pasó sentada en las escaleras de la escuela sin que nadie se preocupara de si estaba bien o no.
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