La extrema derecha se ensancha en Europa con la victoria electoral del prorruso, euroescéptico y antiinmigración Partido de la Libertad (FPÖ) en las elecciones del domingo. Con la ultraderecha en el Gobierno en países como Italia, Hungría o Países Bajos y su avance en Francia y Alemania, el ascenso de la marea ultra —y la derechización de los conservadores tradicionales— se normaliza en Europa, pero en Bruselas preocupa la posibilidad de que Kickl llegue en algún momento a canciller y pase a engrosar el ala más ultra y euroescéptica en el Consejo Europeo, junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el eslovaco, Robert Fico.
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