Agentes de los Mossos d’Esquadra y personal de seguridad privada se apuesta este viernes a las ocho de la noche en la salida de metro de Paral·lel. Entre quejas de usuarios registrados, se les pide que se identifiquen, se vacíen los bolsillos y entreguen sus bolsas. La policía pasa un detector de metales por su cuerpo y busca entre sus pertinencias navajas, cuchillos o puñales. Mientras, los trabajadores de TMB aprovechan para pedir el billete a los pasajeros del metro. Fuera, en las calles del Raval y del Poble Sec, hay más patrullas implementando el plan Daga.
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